HISTORIA DETALLADA DE LA MANIOBRA DE DESPOJO DEL CAMPO DE BARREIRO A LA BARRIADA DE LAVADORES, Y CONSIGUIENTE RUPTURA CON EL R.C. CELTA:

En 1986 con motivo de un partido amistoso entre el Turista y el Gran Peña, organizado por la Asociación de Vecinos de Lavadores, D. Antonio Silva, de dicha Asociación, sugiere a ambos Presidentes la idea de fusión, con la consiguiente compra del campo de fútbol de Barreiro para el equipo resultante.

Esta vez el Turista no rechaza la idea, pues estaba agobiado por una fuerte deuda y veía la posibilidad de salirse de ella con la fusión, D. Jesús Davila, Presidente del Gran Peña, tampoco la rechaza, y por tanto se inician los primeros contactos con la Alcaldía. Poco tiempo después de realiza la primera reunión.

PRIMERA REUNIÓN NOVIEMBRE DE 1986 DESPACHO DE LA ALDALDÍA:

Presentes, Turista , Gran Peña, Asociación de vecinos, Álvarez Salgado, Concejal de Deportes y el Sr. Soto Ferreiro, Alcalde de la ciudad.

Se le habla de la fusión de ambos equipos de Lavadores y de la compra del campo de Barreiro para el equipo resultante. Al Sr. Alcalde le parece bien la idea, pero al hablarle de la deuda del Turista que dicen se de 9.000.000 de pts, no la admite y dice que vuelvan a hablar con el, cuando esta deuda esté pagada.

SEGUNDA REUNIÓN. ENERO DE 1987 DESPACHO DE LA ALCALDÍA:

Presentes los mismos protagonistas y el Sr. Rivadulla, Presidente del Celta.
En esta reunión promovida por el propio Alcalde, éste no sólo admite la deuda del Turista, sino que admite además que esta deuda pase de 9.000.000.-pts a casi 15.000.000.-pts, pero impone la condición indispensable de que el equipo resultante fuese filial del Celta.

La intención estaba clara, y el Sr. Silva se niega a esta condición y a la presencia del Celta en estas reuniones, pero al final cede ante la pasividad del Turista, que solo piensa en cobrar y del Gran Peña que todavía es filial del Celta.

Firman todos este acuerdo y el Sr. Soto se apresura a comprar el campo de Barreiro, sin esperar la decisión de las Asambleas de ambos Clubs, que sería lo lógico. El acuerdo es el siguiente:

Reunidos en presencia do Alcalde de Vigo, directivos representantes dos Clubs Gran Peña e Turista, da Asociación de Veciños de Lavadores e o Presidente do RC Celta acordan:

1º Fusionar os clubes Turista e Gran Peña para formaren un club resultante que levará o nome de Lavadores.

2º O devandito equipo terá a condición de filial do RC. Celta coas clausulas seguintes.

a)Corresponderá o RC Celta a dirección do C.D. Lavadores mediante unha directiva presidida por un directivo do RC Celta.
b) O RC. Celta asumirá as obrigas e responsabilidade de toda orde, correspondentes o seu club filial C.D. Lavadores.
c) O CD Lavadores comprométese a non ter compromiso oficial de ningun tipo con outro distnto o RC Celta.
d)O RC Celta terá como filial o CD Lavadores.
e) Os actuais socios dos clubes Gran Peña e Turista que o estimen oportuno seguiran a ser socios do CD Lavadores.
f) En todo o que sexa pertinente rexirán as normas previstas po la Real Federación Española de Fútbol no relativo a Clubs Filiais.

3º A condición de filial soamente se perderá por acordo de ambalas duas asambleas, endexamaís por acordo unilateral de unha delas.

4º O CD Lavadores levará as cores azul na camiseta e branca no pantalón, como primeira equipaxe, e arlequinado roxo e branco como segundo. Ambalas duas equipaxes levarán no peito o escudo de Lavadores.

5º OClub Turista ten unha débeda de 14.532.796.-pts que será abosrvida….

PRIMERA REUNIÓN NOVIEMBRE DE 1986 DESPACHO DE LA ALDALDÍA:

6º Todolos presentes comprométense a traballar do mello xeito posible para que as asmbleas do Gran Peña e máis o Turista acorden todo o denantes proposto, por entenderen que este Convenio beneficia ó Gran Peña, ó Turista, ó Celta, a Lavadores e a Vigo.

Vigo 26 Xaneiro de 1987.

Hasta aquí el acuedo que si lo leemos con atención, merece las siguientes consideraciones:

Aquí no iba a nacer un equipo de Lavadores sino uno del Celta. Esto está claro por las siguiente razones:

PRIMERA Este equipo jamás se podría separar del Celta, según la cláusula tercera del convenio. Ya me dirán como los socios del Lavadores conseguíamos convencer a los socios del Celta para que promoviesen una asamblea y luego votasen en contra de sus propios intereses. Absurdo.

Otra cosa sería, si hubiese buena buena voluntad, que hiciesen constar en el acuerdo unos años de duración de esta cláusula que nos permitiera a los socios del Lavadores separarnos del Celta si así nos apetecía, una vez transcurridos esos años.

SEGUNDA Los colores del Lavadores serían los del Celta como primer equipaje y los de Vigo como segundo. Los colores de Lavadores ni se nombran. Ni siquiera buscaron una combinación de los colores del Gran Peña y del Turista, como sería lo lógico, y..

TERCERA Ni siquiera se podría llamar CD Lavadores, pues ya hay un equipo modesto con este nombre, que envió a la Federación un telegrama, recordándole que ese nombre le pertenecía.

Así que Lavadores nada. Si hubiese voluntad por parte del Alcalde de hacer un equipo fuerte para la barriada, ya hubiera accedido a ello en la primera reunión, cuando no estaba el Celta metido por medio.

Otra conclusión clara que se saca de la lectura de este acuerdo es que estaba sujeto a la decisión de ambas Asambleas y que si una de ellas decía que no todo quedaría sin efecto, como dice el árticulo 6º.

Y aún me permiten añadir que este acuerdo beneficia al Gran Peña?, al Turista, al Celta, a Lavadores, a Vigo. vAquí el único beneficiado es el Celta que por poco más de 7.000.000.-pts, consigue 2 equipos históricos, uno de ellos en Tercera División, un campo de fútbol por 25 años y la publicidad estática de 66.000.000.- pts, de dicho campo.

Me pregunto si no será está la clave de toda esta maniobra. Perjudicados todos los demás, Gran Peña y Turista que desaparecían, aunque este último al menos cobraba casi 15.000.000.-pts, Lavadores despojado de un campo de fútbol y Vigo, porque cuando se perjudica a una barriada se perjudica a la ciudad entera.

Estas son las conclusiones que cualquiera puede sacar de la lectura de este acuerdo. Pero sigamos con nuestra historia.

LAS ASAMBLEAS, FEBRERO DE 1987:

La Asamblea del Turista se celebra en medio de grandes discusiones relativas todas ellas a que no querían ser filales del Celta. Al final se les convence diciendoles que esta filialidad duraría pocos años, pasando por alto el artículo 3º del acuerdo, y los asambleistas votan que sí a mano alzada.

En la Asamblea del Gran Peña también hay de todo. A una pregunta de un asambleista, el Sr. Rivadulla, Presidente del Celta, contesta que cualquiera que fuese la decisión de la asamblea, el Gran Peña no dejaría de ser filial del Celta mientra él fuera Presidente.

Sin comentarios. La votación, realizada llamando a los socios uno por uno a depositar su voto en un sobre cerrado arroja el resultado conocido de 116 votos que no y 22 que si. Esta decisión que debería dejar sin efecto «todo o denantes proposto», no es obstáculo para el Sr. Alcalde que, decidido, no solo a entregar el campo al Celta, sino también a castigar, en el más puro estilo de dictador, al que oponía sus proyectos, reune de nuevo a los protagonistas, esta vez en un bar de la ciudad.

TERCERO REUNIÓN, FEBRERO DE 1987:

En esta reunión, celebrada en el Bar Pepe de Juan, sólo pocas horas después de celebradas las Asambleas, el Alcalde, después de aludir a los socios del Club en la frase, «pero quienes son esos que echan abajo un proyecto mio», ordena al Sr. Rivadulla de viva voz, que rescinda el contrato de filialidad con el Gran Peña, y se redacta un nuevo acuerdo, absurdo e ilegal que no respeta el acuerdo anterior, y no respeta, sobre todo, la decisión de una Asamblea.

El Sr. Silva Román ya no era el responsable deportivo y, por tanto, ya no está presente en la reunión. No está claro por que firmó también el Presidente del Gran Peña que intentó abandonar la reunión en varias oportunidades.

Posiblemente pensó que ésta era una rabieta del Alcalde y que luego la situación vendría a su cauce normal, tal como le aseguraba el Sr. Rivadulla, en el que seguía confiando. No lo sé.

Lo que si sé, es que con su firma o sin ella, la maniobra de despojo del campo de Barreiro a la barriada de Lavadores, seguía adelante. Esto está claro, y no lo que se pretende, de que la culpa de la situación la tuvo el Presidente del Gran Peña. Esta al menos, es mi opinión.

Comienza una etapa de presiones todas ellas conducentes a que la masa social del Gran Peña cambie su actitud, sin tener en cuenta que esta aficción tiene mucha solera y se crece con las dificultades.

Algunas presiones son del RC Celta con anuncios de que estan buscando algun equipo filial, primero el Orense, despues el Arosa, con el que firmarían al final un contrato de colaboración.

En la Asamblea del Club del día 17 de Julio de 1987, varios socio se dirigieron al Presidente del Club Sr. Davila, censurándole haber firmado un documento insistiendo en la fusión, cuando la Asamblea la había rechazado.

Contestó el Sr. Davila que ese documento no comprometía la decisión de la Asamblea. insistió que contaba con el apoyo del Sr. Rivadulla y que el Gran Peña seguiría siendo el filial de RC Celta.

Como se ve, nuestro Presidente seguía confiando en el Sr. Rivadulla.

LA CARTA NOTARIAL:

Que equivocado estaba.
A mediados de Febrero se recibe en el Club una carta notarial, con el aviso de rescisión del contrato de filialidad al 30 de junio de 1988.
La carta se recibe en el Club al día siguiente de haber sido redactada y entonces se piensa que, a pesar de todas las promesas del Presidente del RC Celta, éste sigue decidio a poner punto final a las relaciones entre los dos equipos, relaciones ejemplares que duraban 17 años.

LA JUNTA GESTORA:

En la Asamblea de 1988, el Presidente del Gran Peña dimite. Se acepta su dimisión y es nombrada una Junta Gestora presidida por D. Gerardo García Fernandez y formada por los siguietes señores:

D. Abel Mera, D. Manuel Campos, D. Valeriano Martín, D. Luis Pérez, D. Antonio González, D. Ramón Santos, D. Benjamín Pampillón, D. Agustín Gómez, D. José Campós y D. Enrique García.

El primer paso que da esta junta gestora es reunirse con el Sr. Rivadulla, para conocer de una vez por todas su posición. Este ratifica la carta notarial y dice que en caso de que el Gran Peña rechace la fusión, la única salida es que se le entregue el Club sin condiciones.

Por supuesto, la Junta Gestora rechaza esta solución, no sin darle las gracias debidamente al Sr. Rivadulla, y ya da los primeros pasos para llevar el Club adelante en esta nueva etapa de su existencia.

LA ELECCIÓN DEL PRESIDENTE:

El siguiente paso es elegir un Presidente que rija los destinos del Club.
Así lo hace y en la Asamblea Extraordinaria del día 28 de Julio de 1988, es nombrado por aclamación D. José Manuel Figueroa Vila, convirtiendose en el Presidente más jóven de un equipo de categoría nacional. Un hombre jóven, dinámico, ex-jugador del Club, y muy relacionado con los medio deportivos de la ciudad.

Gracias a él, y casi sin tiempo para preparar la temporada se ficha enseguida a Agapito Viñas, hombre del Gran Peña, artifice de aquella eliminación del Santander en la Copa del Rey del año 1981, y a los jugadores, Carlos, Toti, Chas, todos ellos ex-granpeñistas, que acuden a echar una mano al equipo.

De inmediato el Presidente nombra la Directiva. La primera como equipo independiente despues de 17 años, queda constituida de la siguiente manera:

D. Jose Luis Lores y D. Manuel Campos, Vicepresidentes.
D. Antonio González, Secretario.
D. Luis Pérez, Tesorero.
D. Valeriano Martín, D. Benjamín Pampillón, D. Agustín Gómez, D. Juan Carlos Lores y D. Gerardo García, Vocales.

EL REENCUENTRO CON LA AFICCIÓN:

Y es entonces, a raiz de la publicación de la nota oficial del Club, (exponiendo las injusticias acaecidas), cuando surge el chispazo emocionante.

La aficción consciente de la injusticia a la que se somete al equipo, e ilusionada por la nueva etapa, despierta de nuevo y cierra filas alrededor del Club. En 20 días de actividad y sin haber comenzado la temporada, se consiguen 600 nuevas altas, muchos de ellos antiguos socios que renuevan su fé de granpeñistas, y que acuden al local a pagar el primer recibo y a entregar donativos que van desde 1000.- hasta 500.000.- pts, que entrego un socio que no quiso dar su nombre.

Era emocionante recibir en el local a estos hombre y mujeres, a los que nos apetecía darle un abrazo, y pensábamos que, aunque solo fuera por esto, había valido la pena la lucha emprendida.

EL CAMPO DE COYA:

Como se termina la fecha de presentación de campo ante la Federación, la Directiva se dirige a la Delegación de aquella en Vigo, la cual facilita la utilización del campo de Coya para los partidos oficiales, pero no para entrenamientos, que se realizan primero en el campo del Candeán, y luego, al no llegar a un acuerdo económico con este equipo que exigía 500.000.-pts, en los campos de Sampayo y del Carballal, previa solicitud y pago al Centro Deportivo Municipal.

El campo de Barreiro estaba en plena remodelación y no sería utilizable hasta Diciembre de ese año, la primera fecha que se dió, auqneu ya se sabía que el Alcalde no permitiría su uso al Gran Peña siguiendo el castigo impuesto a nuestro Club.

LA ENTREVISTA CON EL ALCALDE:

En Abril de 1989 con motivo de la próxima publicación del libro, (del que está sacada toda esta información), se intenta un último esfuerzo para que el alcalde cambie su actitud.

En la entrevista, mantenida con él por cinco representantes de la directiva, acompañados por Paco García de Esquerda Galega, se le suplica que permita al Gran Peña jugar por lo menos sus partidos oficiales de liga, al mismo tiempo se le ofrece una página del libro para un saludo personal al vecindario de Lavadores.

El Sr. Soto dice que él salió garante de una acuerdo firmado por todos y que está obligado a su cumpimiento. Al preguntarle a que acuerdo se refería, si al primero o al segundo, pues el primero estaba sujeto a la decisión de las Asambleas y el segundo se saltaba ilegalmente estas Asambleas, contesta, evasivamente, que la Asamblea del Gran Peña fué manipulada.

Ante esta afirmación, propia del que no quiere reconocer nada que vaya en contra de sus propósitos, la entrevista se hizo más tensa. La intervención de Paco García, con palabras mesuradas y tranquilas, reestableció la calma. Paco García habló del respeto que se debe tener aq las decisiones de una Asamblea, dijo también que si el Alcalde consideraba que la anterior Directiva del Gran Peña había actuado mal en algún momento, no se puede castigar a una Entidad por la actuación de una directiva, pues los hombres pasan y las Entidades quedan.

Por un momento yo pensé que el Alcalde iba a cambiar de actitud, pero una rápida mirada al Sr. Álvarez Salgado, que negaba silenciosamente con la cabeza, rompió el hechizo y la oportunidad de que se hiciera justicia.

El Sr. Soto volvió a su actitud anterior y esta vez fué más lejos, pues, sin venir a cuento, nos amenazó con la policía para el caso de que se produjeran disturbios, y sacó el tema de Cangas, diciendo que el lo solucionaría en dos días si lo dejaran actuar.

De esta entrevista, yo saqué la conclusión de que, en este asunto del campo de Barreiro, el Sr Soto está tremendamente influído, me atrevería decir manejado, por el Sr. Alvarez Slalgado y por el Sr. Rivadulla, con quien se entrevistó inmediatamente antes de nuestra entrevista y que esperaba en el otro antedespacho el resultado de ella.

SUCESOS POSTERIORES:

Posteriormente a esta entrevista, y ante el anuncio de que el Celta se proponía entrenar en Barreiro, se congrega en el campo un numeroso grupo de vecinos, dispuestos a impedir el acceso de los jugadores célticos al campo. Avisado el Celta cambia de idea y entrena en Puenteareas.

Posteriormente el vecindario inicia una serie de cortes de tráfico durante 2 semanas de los que da cuenta el Atlántico Diario, la raqdio y la Televisión Española en Galicia.

Al terminar uno de estos cortes de tráfico, los vecinos se dirigen a la Asociación de Vecinos para exigir que aclarase su postura en relación con el campo de Barreiro, pues no se les veía que lo reivindicasen para la barriada.

La Asociación recibe a una comisión del Gran Peña, prometiéndole en dicha reunión que lucharía para que el campo de Barreiro quedase para el uso de los equipos de fútbol de Lavadores, que son por orden de antiguedad e importancia, el Gran Peña, Deportivo Nieto y Deportivo Lavadores.

La cesión de cortes de tráfico se interrumpe al conocerse el resultado del Pleno del Ayuntamiento en que se debatía la cesión de Barreiro al Celta por 25 años.

PLENO DEL AYUNTAMIENTO. MAYO DE 1989:

El Alcalde intenta legalizar la cesión del campo de Barreiro y su publicidad estática al RC Celta por 25 años, en un Pleno, en el que la mayoría de los concejales de su partido coinciden en que es una barbaridad lo que se está haciendo al Gran Peña, pero que votan a su favor por disciplina de voto.

Vota también que si el Concejal D. Rafael Cameselle, vecino de la barriada, tránsfuga del partido popular, y el Sr. Magariño, otro tránsfuga, éste del CDS, se abstiene el Sr. Alvite, del Grupo Mixto, y votan en contra el Partido Popular, Esquerda Galega, y el Sr. Lago Castro, el único de la barriada que mantuvo el tipo.

Se produce un empate a 13 votos, que resuelve a su favor el Alcalde, con el voto de calidad.

CONSIDERACIÓN FINAL:

La triste conclusión final de todo este desaguisado, es que se castiga al equipo que siempre a promovido la fusión, por no quererla en el momento justo que le convenía a los demás, y que una vez más, el capricho de unos pocos personajes oscuros y sin más mérito que pertenecer al partido que está en elpoder, prevalece sobre la razón y la justicia, burlandose de una barriada, de una aficción y de una ciudad.

TEMPORADA 1988-89:

En el primer partido de la temporada, los muchachos a las ordenes de Agapito Viñas consiguen empatar en Santiago con el Vista alegre.

Más tarde vendría el calvario de Coya. Desde el primer partido se vió que el Gran Peña, en este campo no funcionaba, y esta primera impresión quedó corroborada a lo largo de la liga.

El equipo que practicaba un fútbol de calidad en campos de hierba y con medidas reglamentarias, no era el mismo cuando jugaba en Coya, donde perdía los puntos que conseguía fuera.

Al final ocupó el 7º puesto en la clasificación.